sábado, 30 de julio de 2011

"El Rompeolas"

Desde hoy volveré a prender la luz al Faro, ese que habita mi cabeza y del que nacen sueños y utopías. Lo extrañaba. Pasé unos diez años siendo fiel a mi cita con él. Me esperaba todos los viernes, a eso de las ocho de la tarde, en el mismo lugar de siempre.

Daba igual que hiciera frío o lloviera en las crudas noches invernales, o que los rayos de sol convirtieran en invisible su luz a los ojos de la gente mundana. Yo siempre estaba ahí, dispuesta a prender su hermosa y centelleante luz.

Casi siempre me acompañaban amigos fareros que tomaban la costumbre de acercarse por allí en el momento acordado. Las noches eran menos solitarias e indiferentes cuando me aproximaba a la vieja estantería y desempolvaba aquellos libros. Los versos, plagados de eternidad, ahuyentaban al tiempo y sus horas. Ya no existía el transcurrir de los minutos, sino la constante sucesión de instantes, todos irrepetibles y eternos.

Nos sentíamos diferentes en aquél lugar, teníamos la extraña sensación de que los sentidos volvían a recobrar la vida que algo o alguien, o quizá simplemente la vorágine diaria, parecía haberles arrebatado. Lo que para el resto de gente eran nimiedades, para los habitantes del Faro era misterio y belleza.

Existía un sonido perenne que nos invitaba a regresar sobre nuestros pasos cuando nos alejábamos de él. Aquél silbido del viento, junto al rugir de las olas, traía consigo cantos de sirena. El sonido venía hasta nosotros en forma de arpegios de trovadores que cautivaban a náufragos perdidos en la oscuridad de la noche. Aquél haz de luz, que alumbraba otros mundos posibles, les señalaba el camino de regreso.

Fareros y náufragos acostumbraban a trasnochar y emborracharse de sueños y vida en aquel rincón de nuestra cabeza al que considerábamos ya como nuestra patria.

Pero hay quien no entiende de sueños y no sabe que no existen medidas cautelares para hacerlos desvanecer. El Faro nació en Radio Cieza con la ambición de denunciar injusticias, iluminar otras realidades, otear belleza y compartir melodías. Da igual que pongan grilletes en sus puertas, porque ninguno de ellos es capaz de encarcelar la ilusión.

Este Faro que hoy comienza a iluminarte se alza sobre cimientos firmes que las mareas del tiempo no doblegarán.

¿Me acompañas?



Toñi Hurtado

4 comentarios:

  1. Bienvenida al mundo de los blogs! te seguiré a ver que nos cuentas ;)
    saludossssssssss

    ResponderEliminar
  2. Me encanta que la gente comparta su historia con los blogs. Bienvenida al mundo bloggero. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Zagales, sois los mejores¡¡

    ResponderEliminar